
¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base en unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?
Después de observar, leer y comentar detenidamente la lectura " El aprendizaje y el desarrollo de las competencias, de
Xavier Vargas Beal, me permito dar respuesta a la interrogante planteada.
Los estudiosos de este campo, nos han dado a conocer diferentes concepciones del aprendizaje, que reflejan un sin número de procesos mentales y actitudinales que se tienen que encausar para lograrlo. Además se considera la practicidad de los resultados que se espera en la aplicación de los mismos.
Definitivamente no es trivial el aprendizaje. Las concepciones mostradas visualizan que es un proceso complejo, no solo de memorización de información o de extracción de un discurso, si no que requiere de desarrollar pasajes significativos que permitan la adquisición de competencias aplicables en todos los campos, y que estás den acceso a diferentes canales de acción de la persona que las adquiere.
Las nuevas exigencias educativas nos piden evaluar si el aprendizaje esta presente, al aplicarlo en la realidad social, no solo en el mundo del trabajo, ni en el académico, sino en los elementos cotidianos y de ética social.
Se requiere de distintos saberes para lograr el aprendizaje, y en este momento sería congruente tomar lo mejor de cada una de las teorías del aprendizaje, dando reelevancia a los aspectos que nos lleven a cumplir el objetivo de formar ciudadanos capaces de ser actores activos en el mundo en el que viven, capaces de crear y de reflexionar sobre su paso en la sociedad, con una visión global y una posibilidad de trabajo colaborativo.
El aprendizaje actual no se puede ver solo con algunas preguntas, sino que debe reflejar la dimensión colaborativa y humana, a fin de fomentar el espíritu comunitario en los jóvenes.
Para medir el aprendizaje, deberemos tomar en cuenta que tan competente es un estudiante al comprender el mundo, integrarse a él productivamente, y ser participe de decisiones que lo lleven a mejorarlo.
No sólo se trata de adquirir conocimientos, no se trata solo de aprender, sino como dice la lectura, aprehender, con “h”, apropiarse de las ideas, darles visión y aplicabilidad, y en ese sentido, medirlas.
Pero no debemos perder de vista nunca el “interés”, que cada uno de nuestros jóvenes deben poseer (y nosotros despertar), para lograrlo. Para estar en el camino de la verdadera educación, la que busca desplegar en el individuo de acuerdo a su etapa de desarrollo, posibilidades de acción propia.
Existen diversas concepciones de aprendizaje, y en el campo que nos ocupa, de competencias, pero habrá que pensar en la competencia que marca la capacidad de ser, la capacidad de actuar de manera equilibrada y eficaz en una situación dada, fundamentada en aprendizajes reales, en habilidades integrales y holísticas, con atributos bien estructurados y capacidades operativas de dominio intuitivo, que le permitan a quien las posee, la identificación y la resolución de problemas que aceleren la movilización de sus conocimientos.
Lupita Muñiz.